¿Qué es la Helicobacter pylori? La Helicobacter pylori (H. pylori) es una bacteria en forma de espiral que se aloja en el revestimiento del estómago. Fue descubierta en 1982 por los científicos Barry Marshall y Robin Warren, quienes ganaron el Premio Nobel de Medicina en 2005 por su hallazgo. Esta bacteria es famosa por su capacidad de sobrevivir en el ambiente ácido del estómago, algo que pocos microorganismos pueden lograr.   ¿Cómo se contagia? La transmisión de la H. pylori es un tema que aún genera debate, pero se cree que ocurre principalmente a través de: Vía oral-oral: Contacto con saliva de una persona infectada, por ejemplo, al compartir cubiertos o besos. Vía fecal-oral: Consumo de agua o alimentos contaminados con heces que contienen la bacteria. Falta de higiene: No lavarse las manos adecuadamente después de usar el baño o antes de comer. La infección es más común en áreas con saneamiento deficiente y en condiciones de hacinamiento. Además, es más frecuente en la infancia, aunque los síntomas pueden aparecer años después. Síntomas y enfermedades asociadas La mayoría de las personas infectadas no presenta síntomas, pero en algunos casos, la bacteria puede causar: Gastritis: Inflamación del revestimiento del estómago. Úlceras pépticas: Llagas en el estómago o el duodeno (parte superior del intestino delgado). Cáncer de estómago: En casos crónicos y no tratados, la infección puede aumentar el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. Linfoma MALT: Un tipo raro de cáncer que afecta el tejido linfático del estómago. Los síntomas más comunes incluyen: Dolor o ardor en el abdomen. Náuseas o vómitos. Pérdida de apetito. Hinchazón abdominal. Eructos frecuentes. ¿Cómo se diagnostica? Si sospechas de una infección por H. pylori, existen varias pruebas para confirmarla: Prueba del aliento (ureasa): Detecta la presencia de la bacteria a través de una muestra de aliento. Examen de heces: Busca antígenos de la bacteria en las heces. Endoscopia con biopsia: Se toma una muestra del tejido del estómago para analizarla en el laboratorio. Tratamiento: ¿Cómo se elimina? El tratamiento de la H. pylori generalmente incluye una combinación de: Antibióticos: Como claritromicina y amoxicilina, para eliminar la bacteria. Inhibidores de la bomba de protones: Como omeprazol, para reducir la acidez estomacal y permitir que el tejido dañado se cure. El esquema más común es la "terapia triple", que combina dos antibióticos y un inhibidor de la bomba de protones durante 7 a 14 días. Sin embargo, la resistencia a los antibióticos es un problema creciente, por lo que en algunos casos se requieren tratamientos alternativos. ¿Cómo prevenir la infección? Aunque no existe una vacuna contra la H. pylori, puedes reducir el riesgo de infección siguiendo estas recomendaciones: Lávate las manos: Especialmente antes de comer y después de usar el baño. Evita alimentos y agua contaminados: Consume agua potable y alimentos bien cocidos. No compartas utensilios: Evita compartir cubiertos, vasos o cepillos de dientes. Mantén una buena higiene: Lava frutas y verduras antes de consumirlas. Datos curiosos sobre la H. pylori Es una de las infecciones bacterianas más comunes en el mundo, afectando a aproximadamente el 50% de la población global. La bacteria produce una enzima llamada ureasa, que neutraliza el ácido estomacal y le permite sobrevivir en un ambiente hostil. En 2005, los descubridores de la bacteria, Barry Marshall y Robin Warren, ganaron el Premio Nobel de Medicina por demostrar su relación con las úlceras pépticas. La Helicobacter pylori es una bacteria que, aunque común, puede tener consecuencias graves si no se trata a tiempo. Si experimentas síntomas como dolor abdominal persistente, acidez o náuseas, no dudes en consultar a un médico. Con un diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado, es posible eliminar la bacteria y prevenir complicaciones futuras. Si disfrutaste de esta nota, tu apoyo es invaluable para que podamos seguir en línea. Considera hacer una donación; ¡contamos contigo! Alias: salud.360