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El Asesino Silencioso del Invierno: ¿Tu Calefacción es una Trampa Mortal?

Mientras el frío aprieta y buscamos refugio en nuestros hogares, un enemigo invisible y letal acecha en la sombra: el monóxido de carbono. Los casos de intoxicación se disparan con la llegada del invierno, transformando la calidez del hogar en una trampa mortal.

  • 10/07/2025 • 13:35

Con la ola polar que azota el país, encender la estufa, el calefón o la caldera se vuelve casi un acto reflejo. Sin embargo, detrás de esa fuente de calor tan anhelada, puede esconderse un peligro mortal que no discrimina edad ni condición social. El monóxido de carbono (CO), conocido como el "asesino silencioso", es un gas altamente tóxico que no tiene olor, color ni sabor, lo que lo hace indetectable sin la tecnología adecuada. Su presencia en el ambiente desplaza al oxígeno en la sangre, impidiendo que llegue a los órganos vitales y provocando envenenamiento, que puede ser fatal en cuestión de minutos.


Un Peligro que Aumenta con el Frío

 

Cada invierno, los centros de salud y hospitales de todo el país registran un incremento alarmante en las consultas y hospitalizaciones por intoxicación con monóxido de carbono. La razón es simple: el uso masivo de artefactos de combustión para calefaccionar los ambientes, sumado a la falta de ventilación adecuada, crea el escenario perfecto para esta tragedia prevenible.


 

¿Cómo se Produce este Veneno Invisible?

 

El monóxido de carbono se genera por la combustión incompleta de materiales que contienen carbono, como gas natural, leña, carbón, querosén, nafta o fueloil. Esto ocurre cuando los artefactos que utilizan estos combustibles no funcionan correctamente, están mal instalados, o la ventilación del ambiente es insuficiente. Algunos de los principales "sospechosos" en nuestros hogares son:

  • Calefones y termotanques: Especialmente si están en baños pequeños o sin salida al exterior.

  • Estufas a gas o querosén: Sin las rejillas de ventilación reglamentarias o con quemadores sucios.

  • Hogares a leña y salamandras: Si no tienen una buena tirada o el tiraje está obstruido.

  • Cocinas y hornos a gas: Usarlos para calefaccionar es una práctica extremadamente peligrosa.

  • Braseros y parrillas a carbón: ¡Jamás deben usarse dentro de un ambiente cerrado!

  • Motores de vehículos en garages cerrados: El escape produce CO en grandes cantidades.


Síntomas Engañosos: Cuando el Cuerpo Grita Auxilio

 

Lo más insidioso del monóxido de carbono son sus síntomas, que pueden confundirse fácilmente con un resfrío, gripe o incluso cansancio. Esto retrasa la detección y agrava la situación. Presta atención a estas señales, especialmente si se presentan en más de una persona en el mismo ambiente:

  • Dolor de cabeza: Frecuentemente el primer síntoma.

  • Náuseas y vómitos: A menudo atribuidos a una indigestión.

  • Mareos y aturdimiento: Sensación de desorientación.

  • Fatiga y debilidad muscular: Cansancio extremo sin razón aparente.

  • Somnolencia: Ganas incontrolables de dormir.

  • Visión borrosa: Problemas para enfocar.

  • En casos severos: Convulsiones, desmayos, coma y, lamentablemente, la muerte.

Un dato clave: si al salir de un ambiente los síntomas desaparecen y reaparecen al volver, es una señal de alarma inconfundible de que algo anda mal con el aire.


 

Cómo Protegerte y Evitar la Tragedia

 

La buena noticia es que las intoxicaciones por monóxido de carbono son 100% prevenibles si tomamos las precauciones necesarias. ¡No dejes que tu hogar se convierta en una trampa!

  1. Revisión anual de artefactos: Contratá siempre a un gasista matriculado para que revise y mantenga en perfectas condiciones todos tus artefactos a gas (calefones, estufas, calderas, cocinas) antes del inicio del invierno.

  2. Ventilación es clave: Aseguráte de que las rejillas de ventilación de tu hogar no estén obstruidas ni tapadas, son obligatorias y vitales. Incluso en invierno, ventilá los ambientes al menos 10 minutos al día, abriendo ventanas y puertas.

  3. Artefactos homologados y bien instalados: Usá solo artefactos con matrícula y que tengan salida al exterior, si corresponde. ¡Nunca instales un calefón en el baño si no tiene tiro balanceado!

  4. No uses hornallas ni el horno para calefaccionar: Es extremadamente peligroso y genera grandes cantidades de monóxido de carbono.

  5. Evitá braseros y salamandras sin ventilación: Si los usás, asegurate de que el ambiente esté muy bien ventilado y nunca los dejes encendidos mientras dormís.

  6. Atención al color de la llama: Si la llama de tus artefactos a gas es naranja o amarilla en lugar de azul, o si desprende hollín, es una señal de combustión incompleta. ¡Llamá inmediatamente a un gasista!

  7. Instalá detectores de monóxido de carbono: Son dispositivos económicos que pueden salvar vidas. Emiten una alarma sonora si detectan la presencia de CO en el ambiente.

  8. Educación y concientización: Hablá con tu familia y amigos sobre los peligros del monóxido de carbono. Compartí esta información y ayudá a crear una comunidad más segura.


 

¿Qué Hacer Ante una Sospecha? ¡Actuá Rápido!

 

Si sospechás que vos o alguien de tu entorno está sufriendo una intoxicación por monóxido de carbono, actuá de inmediato:

  1. Abrí puertas y ventanas: Ventilá el ambiente lo más rápido posible.

  2. Salí al aire libre: Llevá a la persona afectada a un lugar con aire fresco.

  3. Apagá los artefactos: Si es posible y seguro hacerlo.

  4. Llamá a emergencias: Comunicáte con el 911 o dirigite al centro de salud más cercano. Informá sobre la sospecha de intoxicación por CO.


Este invierno, que la calidez de tu hogar no se convierta en un peligro oculto. Tomá las precauciones necesarias y protegé a tu familia del "asesino silencioso". ¡Tu vida vale más que unos minutos de calor extra!

 

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