El cáncer de piel, incluyendo el melanoma y los carcinomas de células basales y escamosas, es uno de los cánceres más prevalentes en el mundo. Su incidencia ha aumentado rápidamente en las últimas décadas, en gran parte debido a la mayor exposición a los rayos ultravioleta (UV) y a factores genéticos. La detección temprana y el tratamiento adecuado son cruciales para mejorar las tasas de supervivencia y reducir la mortalidad. Riesgos de Mortalidad Transplantes de Órganos: Los receptores de trasplantes de órganos tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar cáncer de piel debido a la inmunosupresión. Los estudios muestran que estos pacientes tienen una mayor incidencia y mortalidad por carcinoma de células escamosas y basales comparado con la población general (Lake, 2019). Leucemia Linfocítica Crónica (LLC): Pacientes con LLC tienen un riesgo cuatro veces mayor de desarrollar cáncer de piel un año después del diagnóstico. Factores como el género masculino, edad avanzada y quimioterapia previa son predictores independientes de cáncer de piel en estos pacientes (Ishdorj et al., 2019). Supervivientes de Cáncer Infantil: Los sobrevivientes de cáncer infantil que han recibido radioterapia tienen un riesgo 30 veces mayor de desarrollar carcinoma de células basales. El riesgo aumenta con la exposición a grandes superficies de piel durante la radioterapia (Teepen et al., 2019). Tratamientos Innovadores Nanocarriers y Nanoterapia: Los sistemas de administración de fármacos basados en nanocarriers han mostrado un gran potencial en la gestión del cáncer de piel, mejorando la penetración y eficacia del fármaco, y reduciendo la irritación cutánea (Jain et al., 2020). La nanoterapia implica el uso de nanopartículas que pueden dirigirse específicamente a las células cancerosas, lo que permite un tratamiento más efectivo y menos invasivo (Akhter et al., 2020). Repurposing de Medicamentos: La reutilización de medicamentos aprobados previamente para otras enfermedades está emergiendo como una estrategia prometedora para tratar el cáncer de piel. Este enfoque puede reducir significativamente los costos y el tiempo de desarrollo en comparación con la creación de nuevos fármacos (Cortés et al., 2021). Tecnologías Ópticas para Diagnóstico: Las tecnologías ópticas como la microscopía confocal y la tomografía de coherencia óptica están mejorando significativamente la precisión del diagnóstico no invasivo del cáncer de piel, permitiendo la detección temprana y, por ende, mejores tasas de supervivencia (Rey-Barroso et al., 2021).   El cáncer de piel representa un desafío significativo debido a su alta incidencia y mortalidad. Sin embargo, los avances en nanoterapias, la reutilización de medicamentos y las tecnologías de diagnóstico están revolucionando su tratamiento y manejo, ofreciendo nuevas esperanzas para mejorar la supervivencia y calidad de vida de los pacientes. Es fundamental continuar la investigación y la implementación de estas innovaciones para enfrentar eficazmente este tipo de cáncer.   Si disfrutaste de esta nota, tu apoyo es invaluable para que podamos seguir en línea. Considera hacer una donación; ¡contamos contigo! Alias: salud.360