El TDAH no es solo cosa de niños: una realidad invisible en adultos El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es comúnmente asociado con niños inquietos y problemas en el rendimiento escolar. Sin embargo, lo que muchos no saben es que este trastorno neurológico no desaparece con la edad. Según estudios recientes, el 60% de los niños con TDAH continúan presentando síntomas en la edad adulta, y muchos de ellos nunca reciben un diagnóstico adecuado. En adultos, el TDAH se manifiesta de manera distinta: no es solo hiperactividad, sino dificultad para organizarse, procrastinación crónica, problemas para mantener la atención en tareas cotidianas y una sensación constante de estar "desbordado". Estos síntomas suelen confundirse con falta de disciplina, estrés o incluso ansiedad, lo que lleva a un subdiagnóstico preocupante. ¿Cómo saber si tienes TDAH? Los síntomas que no debes ignorar Falta de concentración: Te cuesta enfocarte en reuniones, lecturas o tareas que requieren atención sostenida. Procrastinación extrema: Pospones tareas importantes hasta el último momento, incluso sabiendo las consecuencias. Desorganización: Pierdes objetos con frecuencia, olvidas fechas clave o tienes dificultades para gestionar tu tiempo. Impulsividad: Tomas decisiones apresuradas, interrumpes conversaciones o actúas sin pensar en las consecuencias. Inquietud interna: Aunque no seas hiperactivo físicamente, sientes una constante sensación de inquietud o frustración. El impacto silencioso del TDAH en la vida adulta El TDAH no diagnosticado puede tener consecuencias graves en la vida de un adulto. Desde problemas laborales (despidos, bajo rendimiento) hasta dificultades en las relaciones personales (olvidos frecuentes, malentendidos), este trastorno puede generar una sensación de fracaso y baja autoestima. Además, está asociado con mayores tasas de ansiedad, depresión y abuso de sustancias, ya que muchos adultos intentan "automedicarse" para lidiar con sus síntomas. ¿Hay solución? Tratamientos y estrategias para tomar el control La buena noticia es que el TDAH en adultos es tratable. Un diagnóstico preciso es el primer paso, y para ello es fundamental acudir a un especialista en salud mental. Los tratamientos suelen incluir: Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a desarrollar habilidades de organización, manejo del tiempo y control de impulsos. Medicación: Fármacos como el metilfenidato o la atomoxetina pueden ser efectivos para regular los síntomas. Cambios en el estilo de vida: Ejercicio físico, técnicas de mindfulness y una dieta equilibrada pueden complementar el tratamiento. Rompiendo el estigma: habla de TDAH sin miedo El TDAH en adultos sigue siendo un tema tabú, pero cada vez más personas están compartiendo sus experiencias y buscando ayuda. Si te sientes identificado con estos síntomas, no esperes más: buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino de fortaleza. ¿Crees que podrías tener TDAH? Comparte esta nota y ayúdanos a visibilizar esta condición que afecta a millones en silencio. ¡Tu salud mental importa!   Si disfrutaste de esta nota, tu apoyo es invaluable para que podamos seguir en línea. Considera hacer una donación; ¡contamos contigo! Alias: salud.360